La Carta Natal nos revela el programa de vida y las fases de su naturaleza que tienen que desarrollarse, explorarse, concienciarse y transmutarse. Pero para todo ello es necesario descubrir cuál es ese propósito de vida. La visión de una Carta nos da muchas pistas pero siempre interactúa con el propio individuo.

Para el análisis de los tránsitos planetarios es necesario formular una serie de preguntas, con el objetivo de sacar el máximo de información útil.

1.- ¿Qué trabajo creemos que hemos venido a realizar en esta encarnación?

2.- ¿Qué clase de experiencia está aflorando al exterior?

3.- ¿Qué clase de arquetipos están saliendo al exterior?

4.- ¿Qué creemos que debemos descubrir?

5.- ¿De qué debemos tomar conciencia?

6.- ¿Estamos pasando por una crisis?, ¿en qué nivel está actuando?

7.- ¿Qué estamos negando de la carta Astral

8.- ¿Por qué no reconocemos nuestro potencial?

Los tránsitos planetarios de Urano, Neptuno y Plutón suelen proponernos muchas tareas, ponen a prueba nuestra identidad, el sentimiento del Yo respecto a lo que estamos viviendo o a lo que se está acomodando el ser. Para que estas movidas tengan efecto positivo es necesario buscarle el significado de la parte de la personalidad susceptible de ser “reordenada, desintegrada y, desestabilizada”. Lo que se mueve, o tiene que moverse es que no está lo suficientemente cimentado o por el contrario, lo que se cae de viejo tiene que renovarse.

Pero, ¿Por qué se produce una crisis?, para que suceda algo. Vivimos dentro de un sistema homeostático, es decir que se regula a sí mismo, que se adapta a los movimientos de los cuales dependen para existir. Mientras sucedan “cositas” que nos alteren, iremos adaptándonos progresivamente al cambio, pero siempre que no se trate de una revolución. Pero lo que la ciencia empírica ha demostrado (teoría de las estructuras disipativas del Nobel Ilya Prigogine), es que cuando las perturbaciones desestabilizan más de la cuenta, se forma lo que se llama en ciencia “el caos creativo”, por lo que el sistema, o sea la experiencia se ve forzada adaptarse a marchas forzadas a esa influencia perturbadora. Es cuando el antiguo formato ya no puede subsistir y la crisis llega y con ella el cambio drástico. Podríamos decir que, es la ruptura del sistema la que establece un nuevo patrón de expresión, de acción porque establece un nuevo modela en el cual organizarse. Cuando todo funciona de maravilla en nuestra vida: por qué cambiar?

Esto es lo que vamos a descubrir con los tránsitos planetarios cuando introducen cambios radicales en nuestras estructuras: nos desestructuran para que podamos evolucionar.

Las crisis constan de 7 etapas definidas:

1: La negación

2: El enojo

3: El regateo

4: La depresión

5: La aceptación

6: El cambio

7: El renacimiento.